lunes, 18 de junio de 2007

¿QUÉ ES SOCIOLÓGICAMENTE UNA MASA?

Masa se define como un número relativamente grande de personas, dispersas y anónimas, que reaccionan a uno o más de los mismos estímulos, pero actúan individualmente sin considerarse unos a otros. Las masas se caracterizan, por su irracionalidad y su falta de autonomía histórica, lo cual las hace presa fácil de todo tipo de manipulación.


La sociedad es siempre unidad dinámica de dos factores: minorías y masas. Las minorías son individuos o grupos de individuos especialmente cualificados. La masa es el conjunto de personas no especialmente cualificadas. Es el hombre en cuanto no se diferencia de otros hombres, sino que se repite en sí un tipo genérico. Masa es todo aquel que no se valora así mismo por razones especiales, sino que se siente “como todo el mundo” y, sin embargo no se angustia, se siente a sabor al sentirse idéntico a los demás. El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyecto y va a la deriva. Por eso no construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes.


Pero, las masas no surgen por generación espontánea, sino, por el contrario, son múltiples los factores que coadyuvaron a su origen. Tres principios han hecho posible esta nueva realidad: la democracia liberal, la experimentación científica y el industrialismo. Los últimos dos pueden resumirse en uno: la técnica.

ORIGEN DEL HOMBRE-MASA

La Revolución Industrial, la cual la ubica entre el 1650 y 1750, con ella nace un nuevo fenómeno jamás conocido en la historia del hombre: La cultura de masas. La cultura de masas es, entonces, el rasgo característico de la estructura cultural de la civilización industrial y surge como consecuencia de ésta.

Producción en Linea

En efecto, el sistema de producción en serie, posibilitada por la nueva tecnología y por el nuevo sistema de energía no renovable (fósil), dio paso a la distribución y comercialización en masas. Pero esto no sería posible sin el apoyo de las 3 instituciones definidoras de todas las sociedades: la familia nuclear, la educación pública general y las corporaciones, a quienes les correspondió la socialización de este hombre-masa.


CULTURA DE LA SOCIEDAD DE MASAS

Cuando culminó la primera colonización industrial de las sociedades occidentales, en horizontal, se inició una segunda colonización industrial, en profundidad: la del alma humana, con todas sus producciones, imágenes y sueños.

La cultura, o lo que habitualmente entendemos por cultura, la vida privada, los estilos personales, las ideas, los sueños e ilusiones empezaron a ser fabricados a escala masiva. Y vendidos en el mercado. Este fenómeno es la cultura de masas, muy diferentes a la cultura popular.


En efecto, el industrialismo rompió la unión de producción y consumo y separó al productor del consumidor. Todo el mundo pasó a ser casi totalmente dependiente de los alimentos, bienes o servicios producidos por algún otro. Esto trajo como consecuencia el predominio del mercado en la vida del hombre, “La vida se mercantilizó”.

Y para dar respuesta a esta nueva masa demandante, aparece la línea de montaje y con ella, producción en serie, dentro de la factoría y gracias a la nueva energía fósil. De los centros industriales fueron saliendo millones y millones de productos idénticos, camisas, zapatos, automóviles, relojes, juguetes, jabón, champú, cámaras fotográficas, ametralladoras y motores eléctricos.

Esta nueva civilización industrial se sostenía sobre seis principios interrelacionados que programaban el comportamiento de millones de personas. Estos principios, surgidos naturalmente de la escisión entre producción y consumo, son:

UNIFORMIZACIÓN: Las sociedades industriales crean millones de productos idénticos para consumidores idénticos.

ESPECIALIZACIÓN: Debido a la complejidad que adquiría el mundo del trabajo, fue necesario la aparición de los especialistas, conocedores de una pequeña proporción del universo cognocitivo. Esta especialización fue acompañada por una creciente profesionalización, lo cual influyó en el tipo de educación. Ésta era supuestamente “producida” por el maestro de la escuela y “consumida” por el alumno.

SINCRONIZACIÓN: Por razones de costo y tiempo, la producción fabril requería de una mayor sincronización. Surge la línea de montaje y con ella la producción en serie.

CONCENTRACIÓN: El auge del mercado dio origen al principio de concentración, principio que afectó todos los aspectos de la vida social. La concentración de la toma de decisiones(del poder) propició el nacimiento del Estado Grande y con él, de su deformación, el Estatismo. De la concentración geográfica surge el fenómeno de urbanización.

MAXIMIZACIÓN: Es decir, el apasionamiento por las grandes dimensiones y el desarrollo (aparece el concepto de Producto Interno Bruto o PIB ). Este principio, llevado a la industria, significaba producir más con un menor costo y en un menor tiempo.

CENTRALIZACIÓN: El industrialismo requirió la centralización del poder, en todos los niveles, desde las pequeñas compañías y las industrias, hasta el gobierno y la economía. En este contexto, el gobierno fue asumiendo un creciente número de poderes y responsabilidades y monopolizando cada vez más los centros de decisión.

Surge, como consecuencia de esta compleja realidad, el hombre-masa, un hombre anónimo, carente de conciencia individual. Una impresión nativa de que la vida es sobrada y fácil, porque cuenta con un ámbito de posibilidades fabulosamente mayor que nunca, por tanto, cada individuo medio encuentra en sí una sensación de dominio y triunfo.

Lo anterior, lo invita a afirmarse a sí mismo tal cual es. Este contentamiento consigo le lleva cerrarse para toda instancia exterior, a no escuchar, a no contar con los demás. En consecuencia, intervendrá en todo imponiendo su vulgar opinión según su régimen de “acción directa”.

Pero este hombre-masa necesitaba de instituciones para poder desarrollarse como tal. Necesitaba formas radicalmente nuevas de organización social. Surgen, como consecuencia, la familia nuclear, como modelo standard socialmente aprobado de todas las sociedades industriales; la escuela de corte fabril y la corporación gigante, nacida como consecuencia de la nueva tecnología y la producción en serie.

En este punto, cabe destacar la tarea desempeñada por la escuela en el proceso de socialización de los niños, para que éstos puedan desempeñarse de la forma deseada en la sociedad industrial. (además de la labor primordial de la familia nuclear).

En efecto la Educación General, construida sobre el modelo de la fábrica, enseñaba los fundamentos de la lectura y la escritura, aritmética, historia y otras materias. Tal era su programa visible o descubierto. Pero, en el fondo, entrañaba un programa encubierto y mucho más simple; se componía de tres materias: puntualidad, obediencia y trabajo mecánico y repetitivo. Por lo tanto, la función de la escuela en esta nueva sociedad industrial fue fundamental, pues formaba a la nueva mano de obra.


Finalmente, una sociedad que desarrollaba un sistema de producción y consumo de masa, necesitaba de medios para enviar mensajes en masa. Este vacío, que no pudo ser llenado por el servicio postal ni por los teléfonos, fue ocupado por los medios de comunicación de masas, con lo cual queda cerrado el círculo. En ellos, desde periódicos y radio hasta el cine y la televisión, encontramos también una encarnación del principio básico de la fábrica.

Todos ellos estampan mensajes idénticos en millones de cerebros, del mismo modo que la fábrica crea productos idénticos para el uso de millones de hogares. Hechos estandarizados, fabricados en serie, fluyen desde unas cuantas y concentradas factorías de imagen hacia millones de consumidores. Sin este vasto y poderoso sistema para canalizar información, la civilización industrial no habría podido tomar forma ni funcionar debidamente.

La industria cultural es un producto de la técnica y del ánimo de lucro capitalista, cultivado por los productores privados que se rigen por puros principios de mercado.

Siguiendo la lógica del máximo consumo, el producto cultural es sometido a una serie muy cuidada de manipulaciones para hacerlo asequible y atractivo para el público universal. Estas manipulaciones son fundamentalmente tres: el eclecticismo, que inyecta a las revistas, películas, programas de radio y TV, una sabia y estudiada mezcla de espiritualidad y erotismo, religión y deporte, humor, política, agresividad y romanticismo; la homogeneización, es decir, la adopción de un estilo standard, de unas formas simples y directas, bajo un denominador común y primario, apto para ser asimilado por el hombre medio; el sincretismo, que pretende confundir lo imaginario con lo real.

La cultura contemporánea de masas como repetitiva, insoportable y omnipresente; sugiere que estos aspectos tienden a desarrollar reacciones automatizadas y debilitan la fuerza de resistencia individual. Finalmente, la gente no sólo pierde su capacidad para ver la realidad tal como es sino que también pierde su capacidad para experimentar la vida.

En la cultura de masas, la gente se vuelve deshumanizada, insípida, llevada por la ansiedad; es explotada, engañada, abandonada, envilecida y sus vidas son estandarizadas, vulgarizadas y manipuladas por la cultura de masas, que es una amenaza a nuestra autonomía, y esta situación es exacerbada por cosas como la ficción anémica, películas vulgares, dramones patéticos, creando en el publico una angustiosa vida vacía de sentido y trivializada.


La Industria, por lo tanto, se ha convertido en nuestra época en el factor que decide qué manifestación de la Cultura será, o no, socialmente significativa.
Esta Cultura de Masas se hace posible, y se configura, a partir de un consumo masivo de bienes culturales y el incremento del tiempo de ocio disponible para las masas.

TIPOS DE CULTURA

Existen cuatro grandes tipos de Cultura de los que, los tres primeros corresponderían a la Cultura no industrial y solo el cuarto a la Cultura Industrializada:

1. - Cultura tradicional: Se caracteriza por el carácter de irreproducible de que está dotado su producto, así como por una forma de trabajo que hace muy difícil la aplicación de modos de producción industrial .

2. - Cultura artesanal: Se diferencia de la tradicional en que existe cierta posibilidad de reproducción de la obra cultural (posibilidad limitada a consecuencia de los medios empleados o del propio mercado en que los productos se distribuyen).

3. - Cultura independiente: Se caracteriza por la búsqueda de una eficacia estrictamente estética, ideológica o política y no económica (prensa de partidos, radios libres, etc.).

4. - Cultura industrializada: Es la que se realiza a través de una industria o conjunto de empresas, siendo configurada, por tanto, por las características de aquéllas. Constituye la manifestación cultural predominante en nuestras sociedades .

Lo que no impide, lógicamente, que la cultura no industrializada pueda ser más significativa que la industrializada para ciertos individuos y grupos. Sin embargo, por su poca capacidad de difusión, el efecto “fecundador” de dichos grupos será mínimo.

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS

Los medios de comunicación de masas, a la vez que reflejan la estructura y los valores de la sociedad, operan como agentes de cambio y control social. Son a la vez causas y efectos: entrañan tanto un proceso de transmisión de símbolos y de sus efectos en los distintos públicos, como la influencia de estos últimos en el informador o comunicante. Tanto los medios como sus públicos son partes integrales de su sociedad. El contexto social circundante aporta controles y restricciones, no sólo sobre la índole de los mensajes de los medios, sino sobre la índole de sus efectos sobre sus públicos". O dicho de otra manera, se da una interdependencia, de necesidad mutua, entre los "media" y los otros sistemas sociales. Los "media" controlan recursos, factores, de información y de comunicación que los sistemas políticos, económicos, culturales o religiosos necesitan para poder funcionar de forma eficiente en las sociedades modernas, que son por esencia complejas, y recurren, por la propia interdependencia vital permanente, a técnicas y formas de comunicación que colaboren a asegurar lo conseguido y a proyectar, previniendo fallos y errores, un futuro y porvenir que en gran parte ya viene, o conviene que venga, dado.


La comunicación de masas produce dos procesos que son complementarios e inseparables y que llegan a su completa madurez en los años treinta del siglo XX, en el apogeo de la industria cultural. Por una parte, la «multiplicación pura y simple», sea de los flujos informativos como de los destinatarios de los mensajes. Por otra, la vulgarización de sus contenidos, es decir su preventiva «transformación para la multiplicación». Por tanto: simplificación, estilización, actualización y modernización de los mensajes. La cultura de masas está saturada de estereotipos, de clichés. El estereotipo es un lugar que ofrece arraigo y habitabilidad, un objeto tranquilizante que funciona como ambiente conectivo de la interacción social.

Estereotipos

La naturaleza comunicativa y cognitiva de los estereotipos, como formas acordadas de reconocimiento por parte del público y de interacción entre texto y destinatario. Gracias a la fuerza de los estereotipos usados por la prensa y la televisión como se han hecho posibles a gran escala operaciones extensas de modernización y socialización que de otro modo hubieran sido irrealizables. Su sabiduría por otra parte ampliamente aprovechada en la comunicación publicitaria es la de hacer reconocer los hábitos socio-psicológicos del individuo, sus arquitecturas y mapas mentales y emotivos.

CONCLUSIÓN

Masa es un término sociológico y complejo y no hace alusión simplemente a una pluralidad de personas.Por el contrario, la masa se caracteriza por la pérdida de la conciencia individual; la identificación en exceso del hombre con su grupo o colectividad (transformándose en hombre-masa), por su irracionalidad, y, sobre todo, por su carácter dinámico y sus consecuencias sociales.

Como podrá apreciarse, el concepto de masa no es ni bueno ni malo en sí mismo, sino que su significado variará según la valoración que le den los distintos autores. (relativismo cultural)

Finalmente, ha quedado demostrado que la influencia de los medios en la conformación del hombre-masa no es del todo determinante, sino que su acción sólo se limita a reforzar las actitudes ya existentes.

Por lo tanto, es la política, y no la cultura de masas, la que es responsable de la desorganización social, y serán precisamente las decisiones políticas las que conduzcan al mejoramiento de la situación actual y no la cultura de masas o lo medios de comunicación.

KITSCH

La palabra kitsch se origina del término alemán yiddish etwas verkitschen. Define al arte que es considerado como una copia inferior de un estilo existente. También se utiliza el término kitsch en un sentido más libre para referirse a cualquier arte que es pretencioso, pasado de moda o de mal gusto.

Otra palabra alemana kitsch está asociada al verbo kitschen, que significa barrer mugre de la calle. El kitsch apelaba a un gusto vulgar de la nueva y adinerada burguesía de Munich que pensaba, como muchos nuevos ricos que podían alcanzar el status que envidiaban a la clase tradicional de las élites culturales copiando las características más evidentes de sus hábitos culturales.

Lo kitsch empezó a ser definido como un objeto estético empobrecido con mala manufactura, significando más la identificación del consumidor con un nuevo status social y menos con una respuesta estética genuina. Lo kitsch era considerado estéticamente empobrecido y moralmente dudoso. El sacrificio de una vida estética convertida en pantomima, usualmente, aunque no siempre, con el interés de señalar un status social.

En México la palabra tiene un uso limitado al mundo del arte. Su uso generalmente implica definir una obra de arte o un suceso que tiene características vulgares, de mal gusto o popular. La palabra probablemente pueda ser comparada con la palabra naco, pero a diferencia de ésta, lo que se define como kitsch, aunque de mal gusto, adquiere una valoración artística o por lo menos positiva.